—¡Buenos días! —dijo el principito.
—¡Buenos días! —respondió el comerciante.
Era un comerciante de píldoras perfeccionadas que quitan la sed. Se toma una por semana y ya no se sienten ganas de beber.
—¿Por qué vendes eso? —preguntó el principito.
—Porque con esto se economiza mucho tiempo. Según el cálculo hecho por los expertos, se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
—¿Y qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
—Lo que cada uno quiere... "
"Si yo dispusiera de cincuenta y tres minutos —pensó el principito— caminaría suavemente hacia una fuente..."
Referencias:
https://microtop.ca/lepetitprince/capitulo23.html
https://docs.google.com/file/d/0BwzOZ66Vc7YOOHVJbzRKOWpBOEE/edit?resourcekey=0-5JoNRuw6U0V2_EYZXnrhDg
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